sábado, 6 de septiembre de 2008


Para que mirar tanto ?? mejor actuar como dejar que la vision se apodere de nuestras palabras... aveces las miradas dicen mucho dejemos a la voz hacer su trabajo.... aun asi no em canso de mirarte,, como si la vision descansa alrededor de ocho horas que trabajolica es pero nunca podemos mirar fijamente mas de 5 minutos..e n fin moraleja .. no mires tanto ACTUA y atiina!!


pensar mucho nos quita la personalidad de al llegar al momento del encuentro no hacer nada

entonces para que extrañar ?? por que es ese un sentimiento tan estupido, extrañar eh !!! no será extrañar la rutiina o la persona..

que pesimista soy pero la rutina hace a al persona si no que extrañar ..

viernes, 5 de septiembre de 2008

una historia...


Como dije antes La primera vez que se jugó al escondite en la tierra
no jugaron personas, jugaron sentimientos.Fue la iniciativa quien lo propuso y el entusiasmo bailó de júbilo, secundado por la euforia. La alegría dio tantos saltos que terminó por convencer incluso a la duda y a la apatía y aunque no todos quisieron participar (la verdad prefirió no esconderse, porque al final siempre la hallaban) la locura empezó a contar. 1, 2, 3...
La primera en esconderse fue la pereza, dejándose caer tras la primera piedra del camino. La generosidad casi no alcanzó a esconderse por que cada escondite que hallaba le parecía maravilloso para alguno de sus amigos: un lago cristalino ideal para la belleza, una hendija en un árbol perfecta para la timidez. Una ráfaga de viento magnífico para la libertad... Así q terminó por acurrucarse en un rayo de sol mientras el egoísmo permanecía en un sitio mejor, pero sólo para él. La mentira por su parte se escondió en el fondo del mar, la pasión y el deseo en el centro de un volcán, etc.Uno a uno todos los sentimientos fueron escondiéndose y entonces la locura comenzó a buscar. Encontró a la fe conversando con Dios y cerca de ella a la envidia, q se encontraba a la sombra del triunfo. En el lago halló a la belleza y aún decidiéndose por algún lugar descubrió a la duda. Poco a poco fue encontrando a todos: al talento entre la hierba, a la angustia en una cueva oscura, a la soberbia en la cima de una gran montaña...Sólo el amor continuaba oculto aunque la locura lo buscó detrás de cada árbol, en cada río y en todos los mares pero cuando ya estaba a punto de darse por vencida, divisó un simple rosal y entre sus flores lo encontró. Decidió aparecerse por sorpresa como siempre el amor solía hacer y cuando empezó a mover las ramas escuchó un quejido q ya no era de sorpresa, sino de dolor: Las espinas del rosal habían herido al amor en los ojos y le habían dejado ciego! . La locura no sabía que hacer para disculparse por el accidente y lloró e imploró y prometió al amor q desde entonces siempre sería su fiel guía.Desde entonces, desde que por primera vez se jugó al escondite en la tierra, el amor es ciego, y la locura siempre lo acompaña...


Pepona Chan*

También Hoy me ha venido a la mente, esa sensación mágica… ese estado en el que te encuentras cuando conoces a alguien por primera vez… Aunque, en realidad, está mal dicho eso de ‘conocer’, porque nada sabemos de esa otra persona. Más bien deberíamos decir ‘desconocer’ a alguien por primera vez. Y es que en ese instante mágico, que solamente se pude dar una única vez en la vida, se abren ante ti y ante esa persona todas las posibilidades que una nueva relación puede ofrecer. Ese primer contacto, esa primera mirada, las primeras palabras, los primero gestos con intención… todo, absolutamente todo es decisivo. Y una vez todo este mecanismo de conocimiento y experiencia mutua se ha puesto en marcha, ya no hay vuelta atrás. Ya no podemos volver a empezar con esa persona nunca más… ya para siempre tendremos un conocimiento, un recuerdo, un pasado en común… Algo, que ya se grande o pequeño, nos va cerrando puertas y nos va minando las posibilidades aún sin darnos cuenta…

La incertidumbre, el no saber, el intuir, el adivinar en la mirada del otro, en las acciones del otro lo que piensa. La inocencia de los primeros intercambios de palabras, cuando no sabes qué decir para no equivocarte, cuando perdonas las equivocaciones del otro por desconocimiento. Sorprenderte, tener miedo, tener dudas, tener ganas de conocer más… Compartir, experimentar, crear unas historias juntos, una vida, tejer una confianza, generar expectativas y desilusiones, comerse, muchas veces las decepciones y cerrar… sobretodo cerrar, todavía más aquellas primeras posibilidades.

Además cuando nos queremos dar cuenta, esa magia del primer momento cuando ‘desconocemos’ a alguien, ha dejado paso a otra cosa, que no sé muy bien qué es… ¿Una rutina? ¿Una comodidad? ¿Una seguridad? ¿Una inseguridad? ¿Una costumbre? No… Simplemente es que el hecho de conocer y de vivir y de crear una historia, nos cierra las puertas que al principio estaban aún abiertas. El camino andado junto a esa persona nos lleva hasta lo que somos ahora, hasta nuestro destino. Lo andado es lo que es, y no puede ser de otra manera. Y lo que pudo ser, no será jamás, pues tan sólo existe lo que fue.